El plato por excelencia es el BACALAO AL
ESTILO MANSILLES, típico de la Feria de San Martín y de Semana
Santa pero asequible durante todo el año en los mesones y
restaurantes de la villa.
EL COCIDO, que junto con los buenos EMBUTIDOS
(salchichón, chorizo y morcilla) y carnes curadas (lomo, jamón
y cecina) son en estas tierras un verdadero manjar que ayuda
a combatir los fríos leoneses. Y no podemos dejar de lado
las MOLLEJAS, CALLOS, CONEJO picantín y muchos más guisotes
hechos en los cálidos fogones de los restaurantes abiertos
al público durante todo el año.
En verano, el primer producto de la tierra
es EL TOMATE, alrededor de¡ cual se ha creado una cocina moderna
y variada, con platos condimentados esencialmente con este
producto y de los que se da buena cuenta en las degustaciones
públicas que tienen lugar durante la Feria de¡ Tomate en Agosto.
Las panaderías ofrecen hogazas bregadas y
sin bregar y tortas muy peculiares. En cuanto a dulces, no
pueden dejar de probarse las ROSQUILLAS DE PALO, NISIAS, APRETADIENTES,
OREJAS DE CARNAVAL, y pastas caseras, todo ello de formas
y sabores tan sugerentes como sus nombres.
Para beber, la LIMONADA en Semana Santa y
los vinos de la cercana comarca de los Oteros con denominación
de origen "Vinos de la Tierra" que se podrán catar en todo
tiempo.
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